Descripción
Las observaciones de esta mujer anónima, exentas de toda autocensura, aparecieron publicadas por primera vez por un editor norteamericano en 1954, gracias a los esfuerzos de Kurt W. Marek, crítico y periodista, a quien la autora confió el manuscrito. Ahora Anagrama recoge, además del epílogo que Marek adjuntó a dicha primera edición en inglés, una introducción de Hans Magnus Enzensberger donde relata las vicisitudes por las que han pasado estas memorias desde su creación y la razón por la que la autora decidió no revelar su identidad.
No hay rastro aquí de aquella autocompasión que padecieron los alemanes derrotados. Una serenidad desilusionada, una reflexión insobornable, una observación despiadada y un humor macabro caracterizan este diario. La autora declara lacónicamente: «Esta historia es muy desagradable. » También queda patente su superioridad interior, al ser capaz de establecer diferencias incluso entre los soldados rusos que violaban y saqueaban. El deseo expreso de la autora fue permanecer en el anonimato. Este solo motivo desautoriza cualquier especulación sobre su identidad.
«Un documento de los últimos días de la guerra, humanamente conmovedor y de gran peso literario» (Joachim Kronsbei, Der Spiegel).
«Esa increíble intuición lingüística, ese sentido de los momentos culminantes, ese uso no pretencioso de la cultura personal, ese don de la observación exacta, esa densidad descriptiva, ese fino sentido intelectual, ese juicio claro… una no dejaría nunca de alabar este libro y de intentar propiciar su lectura» (Hanna Leitgeb, Literaturen).