Descripción
La revolución es una cosa muy complicada, es verdad, pero más complicado aún es enfocar qué retaguardias concretas sostienen la revolución, qué cuidados habilitan o qué política es capaz de trascender en las vidas de quienes la producen, cuando se cuida a otros. O, desde otro punto de vista, qué demonios pasa con esas retaguardias cuando todo parece en calma. Un día se juntaron, a ver si se entendían, dos grupos de ideas aparentemente separadas: política, militancia, activismo, organización, que iban por un lado, y reproducción, vida, cuidados, afectos, sostenimiento, que venían por otro. Y tenían cosas que decirse. Sobre todo tenían cosas que preguntarse. ¿Esto de la política es para cualquiera, de verdad? ¿Dónde están los cuidados cuando se los necesita? ¿Bajo qué condiciones, quién sostiene la política? ¿Se puede, por tanto, priorizar todo aquello que siempre ha estado en segundo plano? La ola de movilizaciones que llegó a partir del 15m sirvió para poner al trasluz las condiciones de reproducción de la política en la calle y en otro tipo de espacios.