Descripción
Aquí están los hillbillies y rednecks revolucionarios! ¡La Nación de la Basura Blanca! ¡Los greasers de la «brillantina revolucionaria»! Todos esos amantes de las armas que escuchaban country y rock and roll, amaban las motos y se vestían impecablemente. Tipos que en otro tiempo vivían en las colinas de lugares remotos y aislados y que la prensa solía describir como contrabandistas de whisky, violentos e inestables.
Esta es una historia insólita y desconocida, una unión (casi) imposible entre la bandera confederada y el black power en las peligrosas calles de Chicago, una ciudad convertida en jungla y en medio de un clima de levantamiento armado. A finales de los años sesenta, los Jóvenes Patriotas se unieron a los Panteras Negras y los puertorriqueños Young Lords para crear un Frente Unido contra el Fascismo. Llevaban chaquetas o gorras con la bandera sureña. Su líder, en la conferencia inaugural de aquella inaudita alianza rebelde, se preguntaba: «¿Quién de todos los aquí presentes y quién de ahí fuera va a dejar que el hijo de puta del capitalismo y el racismo derribe al pueblo a punta de pistola? ¿Quién va a hacerlo? ¿Quién es el perro racista? Dejadle subir aquí para que pueda arrancarle la cabeza a bocados. Dejad que me ponga en contacto con ese hijo-de-la-gran-puta y, si queréis, podéis abuchear. Y poned de fondo a Johnny Cash, porque Johnny Cash dice la verdad». Había llegado el Stone Revolutionary Grease, como fueron conocidos, un numeroso grupo de seguidores de Chuck Berry y enemigos del orden y la ley.
Más tarde, fundaron Rising Up Angry (1969-1975), una organización revolucionaria que publicó un potente y bello periódico del que te ofrecemos una selección de sus más potentes manifiestos, proclamas e incendios. El nombre lo tomaron de la película Wild in the streets y dio voz a las pandillas más duras de Chicago, algunas de ellas verdaderos ejércitos urbanos, como los Blackstone Rangers, Egyptian Cobras, Palmer Gaylords, Black Disciples, Young Comancheros, Black Angels, Mohawks, Hudsons, North Park, Latin Eagles o los hoy célebres Latin Kings. Fueron los primeros en hacer un llamamiento y soñar con el fin de las guerras por el territorio. El plan tenía como objetivo unirlas contra un mismo objetivo, la policía, o como dijo el líder pantera Huey P. Newton, «los hombres de negocios, el maldito Mickey Mouse y los cerdos».