Descripción
Esto explica que la mayor de las emergencias de nuestro tiempo sea la ausencia de emergencias: las amenazas reales (como el desmantelamiento del estado de bienestar, la desigualdad económica o el cambio climático), de hecho, se quedan al margen del debate público, copado por el creciente espacio que ocupan los miedos fabricados ad hoc por ciertos políticos y medios de comunicación.
¿Cómo subvertir, entonces, este orden asfixiante? Identificando las emergencias ausentes mediante un pensamiento desligado de los esquemas dominantes. La ausencia de ataduras -o, dicho de otra forma, el atreverse con interpretaciones nuevas de la realidad- es hoy más que nunca un acto de resistencia política: el único, quizá, que nos permite reconquistar y defender nuestros espacios de libertad.