Descripción
El amor es un lugar. Se puede acceder a él y descender de él. Y en él, como en una capilla alta, ingrávida, los amantes han hecho y harán sus ofrendas, que incluyen la propia vida y la propia muerte. De entre todos los lugares, el amor es el que más profundamente nos toca y el que con más furia nos transforma, y solo en él conoceremos la «llama divina» que arde sin consumirse.