Descripción
El criterio de las traductoras Ana Mañeru Méndez y María-Milagros Rivera Garretas ha sido no alejarse de lo que ella escribió y quiso dejar dicho, para que resista al tiempo. Así, han evitado las versiones que tratan de explicar su poesía o de reconducir su voz con el pretexto de hacerla más fácil, ya que han comprobado que siempre la oscurecen o la vuelven otra. Además, desde el convencimiento de que vida y obra son inseparables, han tenido en cuenta la relación que mantuvo Emily Dickinson, durante toda su vida, con Susan Huntington Dickinson, la principal destinataria de su poesía, especialmente de su poesía amorosa.