Descripción
A la hora de la siesta, cuando el sol aprieta y no anda nadie por la calle, Pies Sucios sale de casa a jugar a la rayuela en la plaza. A esas horas los inmigrantes acostumbran a frecuentar un teléfono público desde el que llaman a lugares lejanos. Pies Sucios no siempre entiende lo que dicen, pero sabe lo que cuentan a quienes dejaron allá lejos.