Descripción
En la medida en que Berger muestra cómo y desde dónde ve, nos enseña a ver por nosotros mismos. En ningún momento dice: así es como hay que ver, sino que al descubrirnos su caja de herramientas nos permite hacernos con un juego propio. John Berger sabe qué hacer con las palabras lo que un carpintero con la madera o un picapedrero con la piedra, con la misma elocuencia sobria y sin sentimentalismos, pero con la diferencia de que las palabras son una palanca exterior a los objetos, de ahí el peligro de tantos que porque saben qué hacer con la sintaxis a menudo pierden de vista el origen de las palabras y su capacidad para romper los dulces meandros de la alienación