Descripción
Si nos miramos en la memoria del Mapocho –dice Nona Fernández en el epílogo que cierra este volumen– veremos basura y mugre, cuerpos sin vida, pedazos de un relato cíclico que parece decirnos que todo es como siempre, y que vagamos condenados de un siempre a otro siempre. Creo que escribí este libro intentando romper ese hechizo. Recogiendo toda la mugre que encontré en el río, atendiéndola como se atiende un llamado de auxilio. Y es que el Mapocho está ahí, siempre lo ha estado, fluyendo en el patio de nuestra casa, morocho, mugriento y hediondo, intentando recordar algo nuestro que no sabemos o no queremos saber. Sobre ese algo quise escribir.