Descripción
Pese a que su infancia estuvo repartida en períodos de seis meses entre esos cuatro países, Vernon Lee cuenta cómo su familia no viajaba, sino que simplemente se trasladaba entre domicilios evitando cualquier actividad turística. La consecuencia fue que su pasión viajera no nació de visitar distintos lugares sino de la fascinación infantil producida por lecturas y conversaciones. La escritora regresa a los lugares habitados o imaginados en su infancia, adentrándose por el Rin hasta el corazón de Alemania, por las carreteras italianas hasta Portofino, en tren por Francia hasta Montreuil, y por los Alpes hasta Berna. La experiencia viajera, casi siempre acompañada de alguna amiga, se enriquece con el acervo estético y cultural de la autora sobre leyendas, lecturas y personajes literarios que llegan hasta el Viaje sentimental de Laurence Sterne. Vernon Lee no pretende transmitir las imágenes de lo que ve sino las emociones que todos estos lugares han provocado en ella. Así, a través de estas páginas, los lectores descubrirán en lo que ven, y adivinarán en lo que no ven, lugares y objetos que deleitarán sus corazones.