Descripción
La aparición en 1987 de La trilogía de Nueva York marcó un nuevo punto de partida para la novela norteamericana. Considerada por la crítica como la obra consagratoria de Paul Auster, esta relectura experimental de la novela negra es el cimiento de su universo literario. Con una prosa elegante y depurada, labrada a partir de su poesía, engarza las piezas fundamentales de su escritura: la contingencia, la identidad y el interés por la exploración de la memoria.
La trilogía de Nueva York es una novela postexistencialista y claustrofóbica en la que la prosa se desliza con seguridad, arrastrando al lector a un mundo gobernado por las posibilidades del azar. En el estilo límpido y confesional de Auster, lo críptico nace de la sencillez, quizá porque no hay mejor manera de presentar la verdad sino como algo incomprensible.
Con sus ilustraciones para La trilogía de Nueva York, publicadas originalmente en 2008, el joven artista británico Tom Burns recrea el escenario austeriano a partir del cartelismo, de los rótulos luminosos, de la verticalidad, de lo fragmentario y de la vibrante sensación de celeridad que desprenden sus trazos. Como él mismo explica, su inspiración «afloró de la propia ciudad, de la vivacidad de la vida diaria y de la imaginería icónica inherente a Nueva York».