Descripción
Sin embargo, en realidad los espectáculos de prodigios y monstruos no eran tan novedosos. La utilización de personas aquejadas de deformidades y enfermedades desconocidas para la diversión del público y las élites se remontaba a mucho antes, con los bufones que los nobles y reyes tenían en sus cortes. Este ensayo nos hace conscientes de la construcción del otro que servirá después para justificar el saqueo y el genocidio de la población de las colonias, pero también el maltrato y la explotación de todo aquel que desafiaba el orden social con su aspecto o comportamiento.