Descripción
El pez rojo que nada en el pecho es también una radiografía de la pareja, pero no idealizada como «la isla que jamás tocarán los huracanes», sino entendida como un trabajo de dos, una conquista diaria. Y esta vez se añade a su mirada la nostalgia que da la edad, en un momento en que ya se empieza a ver con otros ojos «tan corta la vida, tan rápida» y donde es más importante que nunca encontrar momentos para la calma, la felicidad y la belleza: «nada se parece menos a la muerte que la música». Una obra intensa y muy poderosa.