Descripción
Thoreau sabía que el invierno —recogida la cosecha, preparadas las conservas y almacenada la leña— es tiempo para la meditación y los placeres, para contemplar y leer y escribir junto a la estufa. Tiempo para ser lo que somos y lo que deseamos ser. Aquí hemos recopilado los mejores pasajes e intuiciones hibernales que Thoreau fue escribiendo a lo largo de su vida. Pero no le hubiera gustado que este libro fuera una antología guiada por esa pobreza lineal con la que los occidentales entendemos el tiempo. Buen conocedor de la cultura hindú y de las culturas nativas norteamericanas, creemos que habría preferido una compilación orientada a través de una suerte de tiempo cíclico que nos recordara que un invierno es siempre todos los inviernos y que el Gran Invierno es el único que existe.