Descripción
Mailer, en calidad de reportero, asiste a los preparativos del combate, lo que le permite ser testigo de excepción de los duros entrenamientos y retratar al séquito de excéntricos entrenadores y sparrings que acompaña a los púgiles, incluido al promotor en ciernes Don King y a otros reporteros desplazados como George Plimpton o Hunter S. Thompson. Pero, sobre todo, Mailer logra establecer una relación de proximidad tanto con Foreman como con Alí y conocer de primera mano las tensiones, miedos y anhelos que laten en su interior.
El combate es también el del propio Mailer con la literatura, el de un escritor ambicioso que, con su inconfundible estilo armado de barrocas metáforas y un humor visceral e insobornable, lucha por hacer el retrato definitivo de un combate de boxeo; tanto de las dudas, flaquezas y arrogancia desmedida de sus protagonistas, como de la dureza e intensidad de la pelea —que dejó a ambos púgiles al borde de la extenuación—, así como del entorno de excepción en el que se disputó el combate —un Zaire depauperado de tradiciones ancestrales en el que irrumpe el opulento despliegue mediático que cubre el evento—, dando rienda suelta a su incombustible y polémica mirada presidida por un ego apenas superado por el de Muhammad Alí.