Descripción
¿Cómo se puede avanzar en igualdad cuando tu cantante de moda presume de riqueza o amordaza a su exnovia en el maletero de un coche en videoclips vistos por millones de adolescentes? ¿Cómo concienciar a los menores del peligro de las drogas cuando muchas canciones hacen apología de ellas? ¿Cómo valorar la cultura y la educación si no hace falta estudiar para “triunfar” y los famosos alardean de no haberse leído un libro en su vida? ¿Cómo fomentar el respeto, la paz y la convivencia cívica si se difunde la ordinariez, el latrocinio, la explotación, el narcotráfico, la agresividad y la violencia?Cada vez más, niños y adolescentes se educan frente a las pantallas y menos con sus familias y profesores. Jon E. lllescas, docente y autor del celebrado La Dictadura del Videoclip, analiza cómo lo que los jóvenes aprenden a través de las pantallas, frecuentemente es contrario a una educación respetuosa con los derechos humanos. Con especial énfasis en la música dominante, pero atendiendo a otros productos culturales, en este sorprendente e ilustrativo trabajo se muestran las razones por las cuales la cultura popular está repleta de toxicidad pedagógica. ¿A quién interesa que esta situación continúe? ¿Quiénes deciden qué rostros y contenidos se pondrán de moda entre los menores? ¿Qué papel jugará el sistema educativo en ello? Estas y otras preguntas son respondidas sin paños calientes con profusión de datos, rigurosidad científica y mucho sentido del humor, en un trabajo definitivo que sin duda animará a todos aquellos que, desde el pensamiento crítico, crean que otra educación no sólo es posible… ¡sino urgentemente necesaria!