Descripción
Describe la inquietante trayectoria de Željko Ražnatovic «Arkan», uno de los criminales más despiadados del siglo XX, y ofrece al mismo tiempo una exhaustiva mirada panorámica sobre el conflicto yugoslavo, reparando precisamente en estas mortíferas conexiones entre el deporte y la deriva bélica que desembocó en la disolución de Yugoslavia. De hecho, el mismo Arkan consolidó y ejerció su poder a través del fútbol, en apariencia un juego inocuo y desvinculado de la política que, sin embargo, ha sido utilizado por regímenes de distintas ideologías como gasolina para encender la llama del odio: en los fondos más oscuros de los estadios, en los sectores más radicales de las hinchadas, la marginación social, el fanatismo y la ignorancia crean una mezcla explosiva de la que, en determinadas circunstancias, pueden nacer auténticas bandas criminales. Tal fue el caso de los Tigres de Arkan, el grupo paramilitar que surgió de las gradas del Estrella Roja de Belgrado y que ilustra como ningún otro la perversa relación que puede establecerse entre masa y deporte.