Descripción
Poco antes de que finalice el curso escolar, Helga Crane, la protagonista de Arenas movedizas, desilusionada con el ambiente, los compañeros y los métodos de enseñanza de la escuela para jóvenes de color en la que trabaja como profesora, toma una inesperada decisión: renunciar a su puesto, aun a sabiendas de que por ello tendrá muy difícil encontrar trabajo en otra escuela. Tras pasar una breve temporada en Chicago, su ciudad natal, se instala en Nueva York, concretamente en Harlem, donde Helga, hija de madre blanca y padre afroamericano, encuentra cierta estabilidad, un amplio círculo de amistades y un ambiente en el que su identidad racial no le supone ningún problema. Al cabo de unos años, y después de haber dado a su vida más golpes de timón en su incansable búsqueda de un lugar en el que sentirse plenamente realizada y feliz, adquiere un compromiso que condicionará su existencia para siempre.
Nella Larsen (nombre tras el que se ocultaba la personalidad atormentada y enigmática de Nellie Walker), una de las más aclamadas escritoras del Renacimiento de Harlem, nació en Chicago el 13 de abril de 1891, hija de una mujer de origen danés y de un hombre de color de origen antillano. Asistió durante un tiempo a la universidad, y en 1919 se trasladó a Nueva York, donde trabajó como enfermera y bibliotecaria. Su matrimonio con Elmer Imes, profesor de la Universidad de Fisk y prestigioso científico, le proporcionó el reconocimiento social que ansiaba, además de la estabilidad económica. Mediados los años veinte comenzó a publicar relatos. En 1928 apareció su primera novela, Arenas movedizas, y en 1929, la segunda, Claroscuro (Contraseña, 2011), ambas muy bien acogidas por la crítica de la época. En 1930, año en que se la acusó de plagio y conoció la infidelidad de su marido, viajó a Europa gracias al dinero de la beca Guggenheim, la primera que se concedía a una mujer afroamericana. Residió unos meses en Palma de Mallorca, donde fue testigo de la proclamación de la República. Al poco tiempo de regresar a Estados Unidos se divorció. El divorcio, el rechazo por parte de los editores de su tercera novela, los reveses económicos y la acusación de plagio —acusación de la que fue declarada inocente— la sumieron en la depresión e hicieron que abandonara los ambientes literarios.
«Claroscuro y Arenas movedizas son dos novelas que nunca olvidaré. Abren todo un mundo de experiencias y de luchas que, cuando las leí por primera vez hace años, me pareció absolutamente cautivador, fascinante e indispensable». Alice Walker